Quererte aún, sin saber
Por que se me enredan gestos y palabras
Mientras te busco en mi silencio
Y torturo mis deseos de encontrarte.
Quererte aún, sabiendo
Que nada puedes entregar
A mis noches sin estrellas, a mis días sin sol,
A mi melancolía.
Sentir un dolor que se pierde en la distancia
Que se escapa con el agua del río,
Saberte lejos…
Desearte aquí.
Tanto tiempo y tanto dolor,
Una ausencia mas,
Otro abandono,
Rosas quemándose en la puerta de mi deseo
Mientras tú, al otro lado de la tibieza,
Sobrevives sin notar mi temor.
Me desvanezco en las noches en que te sueño,
Temo a tu recuerdo metiéndose bajo mis sábanas,
A tus manos de ciego,
A tu rostro que se me va deshaciendo
Aunque lo convoque con todo mi delirio.
Y ya no quiero tenerte
Porque todo esta perdido,
Nada me dicen tus ojos
Que ya casi no recuerdo,
Sólo ansìo verte de nuevo,
Para decirte que te me volviste un fantasma
Y que me asombra llevar ya tanto tiempo
Persiguiendo un instante perdido.
Febrero 14 de 2005
jueves, 15 de octubre de 2009
AÙN
Publicado por Tatiana Abdallah Camacho. en 11:28
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8 comentarios:
Absoluto desastre humano: tener el alma vacía sin ningún sentimiento para obsequiar; aún así no creo que las almas soporten esta ausencia de sí mismas. Dos salidas desesperadas: morir, o colmar el alma así sea con sueños de la nada. La segunda a veces gana.
Punzante poema, de esos que siempre quedan.
Besos, bella Tatiana.
Cuando se va olvidando el desamor.
Sentidísimo.
Leito, las almas, tan ausentes, tan distantes, teminarán algún dia tejiendo la misma luna.
Un abazo y un beso poeta infinito
Ale, necesariamente hay que olvidar el desamor, hay que frenar la busqueda de instantes perdidos.
Un abrazo
Aún es difícil olvidar las heridas de una caricia en el corazón, peor aún olvidar el sabor a sal de un amor que se llevó el mar. Tal vez el tiempo cicatrice esas heridas y otorgue nuevos sabores a esta vida.
Un gusto leerte. Saludos
Juan Carlos.
Juan Carlos, el tiempo cicatriza todas las heridas, aùn las mas profundas, aùn las que mas dolieron.
El gusto es mio, te visitarè con frecuencia.
Abrazos
Muy bello poema Tatiana, tiene el sentimiento a flor de piel, hay amores que pasan y dejan su huella en nosotros.
mariarosa
Es verdad mariarosa, ójala no dolieran tanto, ójala las huellas no fuesen tan profundas...
Bueno, de todas maneras nos vamos recuperando.
Nuevamente Gracias, un abrazo.
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