Niña aún salió de casa con un arma en la sien y otra en la mano
recorrió los montes y cruzó los ríos,
vivió todos los abusos, sintió todos los dolores,
despertó su cuerpo en medio de violencia
haciéndose mujer a fuerza de maltrato y llanto.

Cansada escapó...

La ciudad nada ofrece a quien nada tiene...

Recorriendo las calles,
humillada por los hombres que la buscaban y la sometían
qué mas quedaba que matar el hambre, el tedio, el asco...
qué mas que un porro, un pase, lo que sea, lo que se pueda

Y vinieron los niños,
hijos de la calle, del abuso, del sinsentido,
hijos que no pudo tener consigo, hijos de la oscuridad.

Primera vez tras las rejas...

La ausencia, el despojo, la tristeza
soledad y angustia
la posibilidad de ver de nuevo a su madre tras tantos años
pérdida la infancia, pérdida toda ilusión...

Pero cuesta demasiado salir del mundo que ha sometido el alma y ha debilitado el cuerpo
no pudo volver a casa
porque el cemento de cada calle transitada
el humo de tantos cigarrillos fumados
todo la arrastró de nuevo al abismo

Segunda vez tras las rejas...

Encontrada culpable,
peligrosa,
temeraria
Llevada por la fuerza a otro abismo más oscuro
más tenebroso
más sombrío
a seguir cayendo
destrozándose en pedazos
como si no importara
como si no doliera
como si no existiera


Tatiana Abdallah Camacho

Demasiada ausencia dijo para sí,
tal parece que esta tarde nadie vendrá,
tal parece que tendré que quedarme,
como tantas veces,
mirando por la ventana como cae la lluvia
y lava la sangre de los suicidas,
tal parece que tendré que amarrarle de nuevo las manos
a la idea de charlar con alguien.

Afuera los carros se chocan,
las personas se muerden los pasos,
a los muertos los abandonó su propia sombra.

Posiblemente es mejor permanecer aquí.

Demasiada ausencia... dijo para si....

Apagó su cigarrillo
y apuró el último sorbo de café.

Para entonces el veneno había hecho efecto
y pasó, casi sin notarlo,
a ser un habitante más del submundo.


Tatiana Abdallah

Hace años ya de este texto, Octubre 10 de 2000, de los cuadernos del "dijo para sí" que tanto bien hacían a mis dos amigas del alma.

Dijo para sí

Cuanto te gustaban los poemas del dijo para sí, entre cuantas cervezas nos encontramos con todos los que dijeron para nosotros...

Un abrazo desde la distancia que no ha de ser tanta, porque andarás rondando por aquí, haciéndonos el coro de la canción de las almas, con tu cigarro, con tu aguila, con tu voz quebrada.

CANTORA

Había estado un tanto ausente, retorno con estos dos temas hermosos, espero que les agraden.

Tras el llanto

Tantos años y el dolor aún se asoma
se vuelve parte de estos dias con sus noches,
sus angustias y sus làgrimas,
la nostalgia corroe el alma
y solo queda un raido deseo
de desvanecer, de caer, de terminar.

El dolor del encierro persiste
con los fieros barrotes
con su azul y su rosa
con sus libros cerrados

Asomada a la ventana de este noveno piso
aún recuerdo el infinito dolor
que produce pensar, sentir, luchar
cuando hasta nuestros fantasmas creen
que es estéril avanzar más allá de la cobardía.

Solo queda dejar que el cuerpo desfallezca un momento...

Luego, tras el llanto, se va asomando mi rostro de hace años
el abandono y la tibieza ya no caben,
que no entren, que se alejen
hoy les quiero cerrar la puerta,
para que venga el alma a mis propios ojos
para que la muerte sepa irse,
confinarse en su olvido,
entre sus caballeros negros.

Se han marchado muchos
todos rodeados por mil manos levantadas,
agitadas entre el humo de quinientos cigarrillos,
a ellos estas letras y esta guerra nueva,
fiera,
hermosa,
cargada de futuro,
a ellos esta promesa
de no ser derrotada
por el tedio y la amargura,
a su salud un brindis con vino,
con cerveza,
con ron,
con las ùltimas lágrimas
de esta última agonía.

UN LUGAR EN EL MUNDO

"Me gustarìa que me dijeras como hace uno para saber cual es su lugar, yo por ahora no lo tengo, supongo que me voy a dar cuenta cuando este en un lugar y no me pueda ir, supongo que es asì, ya va a aparecer, todavìa tengo tiempo de encontrarlo"



Regalito para quienes me acompañan en esta bùsqueda

AÙN

Quererte aún, sin saber
Por que se me enredan gestos y palabras
Mientras te busco en mi silencio
Y torturo mis deseos de encontrarte.

Quererte aún, sabiendo
Que nada puedes entregar
A mis noches sin estrellas, a mis días sin sol,
A mi melancolía.

Sentir un dolor que se pierde en la distancia
Que se escapa con el agua del río,
Saberte lejos…
Desearte aquí.

Tanto tiempo y tanto dolor,
Una ausencia mas,
Otro abandono,
Rosas quemándose en la puerta de mi deseo
Mientras tú, al otro lado de la tibieza,
Sobrevives sin notar mi temor.

Me desvanezco en las noches en que te sueño,
Temo a tu recuerdo metiéndose bajo mis sábanas,
A tus manos de ciego,
A tu rostro que se me va deshaciendo
Aunque lo convoque con todo mi delirio.

Y ya no quiero tenerte
Porque todo esta perdido,
Nada me dicen tus ojos
Que ya casi no recuerdo,
Sólo ansìo verte de nuevo,
Para decirte que te me volviste un fantasma
Y que me asombra llevar ya tanto tiempo
Persiguiendo un instante perdido.


Febrero 14 de 2005